El fuego que casi se cobra la vida de un guardia civil en Llíria causa un cruce de reproches entre los cuerpos de emergencia Los agentes pedirán una revisión del protocolo de actuación en los incendios

La petición de algunos mandos de los bomberos de que los policías no rescaten en los incendios ha abierto una herida en las relaciones entre los dos cuerpos de emergencia. Primero fue el presidente del Consorcio de Bomberos de Valencia, Francisco Tarazona, quien mostró su preocupación por los últimos siniestros con víctimas, entre las que se encuentran una decena de policías y guardias civiles, y pidió que se clarifiquen las funciones de los agentes en los incendios con el fin de evitar graves accidentes.
Pero las reacciones no han tardado en llegar. El Sindicato de Policías Locales de la Comunitat Valenciana (SIPOL) solicitará a Tarazona una revisión del protocolo de actuación de los bomberos para que estos «acudan antes» a los incendios.
«Somos conscientes de que los bomberos tienen la formación, experiencia y los medios necesarios para intervenir en los incendios, pero muchas veces son los policías locales, policías nacionales o guardias civiles quienes tienen que arriesgar sus vidas para salvar a las víctimas», afirma Salvador Gimeno, secretario general de SIPOL. «Por eso pedimos a los bomberos que acudan antes, y así no tendremos que realizar nosotros las funciones de ellos», añade Gimeno.
El intendente principal de la Policía Local de Burjassot y miembro de la Asociación de Jefes y Mandos de la Policía Local de la Comunitat Valenciana, José del Río, alude incluso a la responsabilidad civil en la que podrían incurrir los propios policías que no rescaten o impidan cualquier tipo de actuación hasta la llegada de los bomberos.
«Las consecuencias de esa espera seguramente tendrían un coste mayor de los que se producen en la actualidad en lo referente a la integridad física de los vecinos», asevera José del Río. Además, el jefe de la Policía Local de Burjassot considera que no es suficiente con tranquilizar a las personas que tienen seres queridos dentro de un edificio en llamas, una de las recomendaciones para los policías que difundió el Consorcio de Bomberos.
«Aunque les digas que hay que esperar a que lleguen los bomberos, el policía debe ponderar hasta dónde puede correr algún riesgo de tipo personal, más allá de los experimentos de laboratorio que queramos hacer desde los despachos», sostiene el mando policial.
También asegura que no existe ningún conflicto entre policías y bomberos a la hora de actuar ante un incendio. «La mayoría de funcionarios policiales, por no decir todos, se ponen siempre a disposición de los bomberos y experimentan un gran alivio cuando llegan al siniestro», explica José del Río.
El cruce de reproches entre ambos cuerpos comenzó días después del incendio que estuvo a punto de cobrarse la vida de un guardia civil en Llíria. Ocho personas necesitaron atención médica, entre ellas dos guardias civiles y cuatro policías locales, al inhalar humo en el siniestro. El agente de la Benemérita quedó atrapado en la última planta del edificio tras desalojar a los vecinos, pero un compañero, tres policías y un vecino lograron rescatarlo tras derribar la puerta de la terraza.
El guardia civil sufrió una grave intoxicación de humo, pero salvó la vida gracias a la rápida actuación de los cuatro agentes y el ciudadano. «Demostraron su valor y su profesionalidad. Son dignos de los mayores elogios», afirma el padre del agente. «De la actuación de los bomberos no puedo decir lo mismo. Están tapando sus presuntos errores», añade el familiar.

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